sábado, 13 de noviembre de 2010

MAYORIA DE EDAD

Llegó la cita esperada, la mayoría de edad, el fin de una escalada. El objetivo que se había marcado en el Moto club Las Palmas Roque Nublo en los últimos años. Tenía una lectura de apuesta y consecución. Llegar a la plenitud y manifestarlo en la capital de Gran Canaria. Las Palmas.

Para ello no se escatimó en esfuerzo y tiempo. Desde mediados del verano se conjugaron las reuniones, con el municipio y los miembros de la organización. Una cita sonada, conllevaba un compromiso compartido. Y en esa asignatura, confieso que apostamos muy alto. Sin recibir la misma cordura. No obstante, el resultado final es lo que cuenta. Y en ello invertimos ese tiempo.

Los pilotos, mecánicos y organizadores del Dakar, se vieron agraciados con un homenaje poco común. Debe ser de las pocas veces, si no la primera, que se brinda un reconocimiento mundial Viejas Glorias a un Rallye de la categoría del Dakar, su leyenda vistió los pasillos y el cartel del Viejas Glorias 2010. Jordi Arcarons, Fernando Gil, Gerard Farrés, Rosa Romero, o Xavi Mora, así como los pilotos Canarios. Pedro Peñate. O Ali Machtlab, estuvieron presentes.

Una lista que se vio mermada, y enriquecida con la siempre simpática visita del mago de Mick Andrews. Que lleva el ranking, con esta. De siete visitas Al Viejas Glorias Canarias. Del que le han nombrado el embajador británico, que mejor soporta la sintonía.

La lista de conciertos que se preveía este año, estaba más que justificada. Doce en total. Un record más del que hizo gala, un fin de semana de vértigo organizativo. En el acto de inauguración el concejal Roque Días cortó la cinta en el podium del Dakar. Acompañado por los zancudos de Valsequillo, Alí y Carla. Una nota de color cirquense, dejó entrever la gran cita con la ciudad.
Amaneció despejado sobre Las Palmas de Gran Canaria, el lugar donde se manifestó el evento, reúne los atractivos turísticos y de ocio de la ciudad. Parque de Santa Catalina, Centro Comercial El Muelle e Intercambiador con la plaza de Canarias. Miles de metros libres para manifestar, la cita con el motociclismo de época.

Las exposiciones estaban ubicadas en los dos puntos extremos del evento. El Viejo edificio Miller, para las clásicas y antiguas europeas, y el Centro Comercial el Muelle para las clásicas, nacionales y japonesas. Unidos por el gran corredor del acceso al Muelle y el intercambiador de Guaguas.
Un acierto de mucho valor, el puesto en escena por el comité organizador de clásicas de las exposiciones internas. Oliver, Isidro, Filiberto, Etc. El resaltar los monográficos de marcas, por años, edades y nacionalidades. Así lució con mucho nivel, Lo mejor de las motos Ariel de Canarias. Por aquello de su conservación y recuperación.

Pero además, se le unió la fusión de lo mejor de cada camada. De cilindradas japonesas, café racer italianas, motos de carrera, con varias Yamaha TZ de los setenta, la Kawa “Martin” de Ajonai. Y una amplia selección entre las que destacamos la decena de nuevas restauraciones de clásicas y antiguas. Asignatura especial al esfuerzo y restauración de la Bimota SB5 de Fili. Y a la concentración de Vespas con Tino y el Moto club los angeles.

En el Centro Comercial El Muelle, imaginación y escaparate, la creatividad de Rafa de los amigos del Puente y de Paco Quintana y la gente de clásicas de Gran Canaria. Realzaron un nuevo valor de exposición y es que rozaron la perfección en este encuentro especial. Sus principios de amor y pasión al motociclismo clásico se vieron recompensados con premios a los mejores Stand.

El trial tuvo acento especial, primero por ser la primera vez que puntuaba para la final del campeonato de motos de trial clásicas de Canarias. Con la participación mermada de aficionados, pero gratificante con los pioneros del certamen, y el gran Mick Andrews de maestro de ceremonias. La particularidad de desarrollarse en el circuito islas Canarias de Telde. Sobre el incomodo “picón” del cráter de Bandama. Tuvo su morbo.

El Rallye de regularidad, devolvió la ilusión a los amigos de la aventura kilométrica. La prueba del buche, La carrera de cintas, clásica dentro del evento cubrió una nueva edición de simpático entretenimiento. Y la llegada del homenaje a los moteros caídos, contagio de mariachi, fuego y recuerdo una emotiva cita con los amigos que se fueron.

Don Carlos Artiles jamás soñó que su hermosa Lambreta volviera a la vida treinta años después de bajarse de ella. Y mucho menos que su familia e hijo le diera semejante alegría pública. Un reencuentro con mucho caudal emotivo y que despeja el sentimiento de saborear momentos de gloria.
La Feria batió record de participación, con la mayoría de las tiendas importantes del sector en Las Palmas. Aprovechamiento e imagen en el mejor escaparate de público de la ciudad, aparecieron las tiendas de recambio clásico, como Saúl. Y la mayoría ofrecieron saldos de temporada.

El domingo los pasacalles, payasos, zancudos y la banda, animaron una mañana radiante. La visita del segundo crucero más grande del mundo atracando en el Muelle Sofía. En las puertas del Viejas Glorias, dio el toque exótico con miles de visitantes llegados directamente de Europa.

Plato fuertes y de gran valor histórico fue la presentación y distribución del primer libro “Motociclismo en Canarias 1954 – 1967” Un trabajo excelente de Pepe A. Monzón. Hijo de un pionero motorista en Canarias. Y que tuvo el honor y acierto en poner al día el orden cronológico de lo sucedido en la historia. Organizando además, el encuentro y charla con todos los Viejas Glorias Canarias de aquella época.

Fueron tantos los detalles de esta cita, que se nos quedará grande en el recuerdo, fueron tan intensos y valiosos, que saborear es hacer valer el encuentro. Un simbolismo del que cada vez más adeptos se enganchan. Una lectura más, de lo especial de esta fiesta. Por muchas razones. Felicidades a todos los que se esfuerzan para que así suceda. Y avanzamos ganas, para el próximo encuentro.

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